Este artículo analiza cómo el advenimiento de la tercera revolución industrial, la economía del conocimiento, transforma el paradigma científico de la economía y, en consecuencia, plantea nuevos retos para el análisis y la docencia de este campo del saber. Enlazando con la historia del pensamiento económico, el artículo saca dos conclusiones principales. En primer lugar, se plantea la necesidad de articular nuevas funciones de comportamiento y nuevas métricas de la economía. En concreto, se sugiere la necesidad de avanzar desde el comportamiento individual hacia el comportamiento colectivo, de la transacción monetaria al intercambio de conocimiento, de la competencia oligopolística a la red de negocios, de la empresa económica a la empresa social, y de la economía nacional, internacional y mundial hacia la economía global. En segundo lugar, también se sugieren nuevas aproximaciones para la docencia económica. En concreto, recuperar todas las ramas del pensamiento económico, más allá de la economía neoclásica, y reconfigurar la organización de la educación de la economía hacia una red interdisciplinaria de conocimiento transversal para resolver problemas.
Este artículo analiza el papel que tiene la formación virtual en el logro de las nuevas condiciones de empleabilidad que demanda la irrupción del trabajo en red y de la economía y la sociedad del conocimiento. Bajo el marco analítico del cambio tecnológico digital sesgador de habilidades y a partir de los resultados de tres investigaciones empíricas, el análisis realizado ha obtenido cuatro conclusiones principales. Primera, la formación virtual para la empleabilidad no dispone todavía de bastante impulso para romper la divisoria de la formación, es decir, que en ella se forman los trabajadores más formados y con más competencias digitales. Segunda, la formación virtual se revela como un instrumento de calidad para la mejora de la empleabilidad de los trabajadores, en especial en sus dimensiones de competencias adquiridas y de satisfacción con el diseño pedagógico, pero menos con la aplicabilidad de la formación. Tercera, la gran mayoría de empresas, las que no presentan cambio estructural, determina un problema de sobreeducación relativa, es decir, que no se cumple la asociación entre un mayor nivel formativo y un mayor salario. Y, cuarta, a pesar de que la formación virtual ha realizado avances notables como instrumento de empleabilidad, en la actualidad presenta dos importantes debilidades: 1) la necesidad de alcanzar a colectivos más amplios de trabajadores; y 2) la necesidad de potenciar la formación virtual como una palanca de cambio estructural (complementariedades con el cambio organizativo y los usos TIC) en las empresas.