El objetivo de este artículo es ofrecer una elemental información sobre el teletrabajo y desarrollar, de forma paralela, unas reflexiones en torno a esta realidad económica y al papel de su regulación jurídica.
Desde hace algunos años venimos observando un proceso de transformación de las bases nucleares sobre las que hemos construido nuestras relaciones laborales. Es resultado de la digitalización, que desafía la lógica de la concentración física y desvincula la actividad de un emplazamiento único y estático. En otras palabras, el teletrabajo viene de serie con lo digital. Sin embargo, solo cuando su avance ha sido brusco y de alcance general hemos apreciado el cambio y ya podemos intuir una ruptura del modelo de trabajo tradicional.
Este artículo explora el progreso evolutivo del teletrabajo, a partir de dos circunstancias protagonistas de su impulso, la digitalización y la pandemia por la COVID-19; lo observa desde una doble dimensión, organizativa y normativa, y sintetiza los principales cambios en la narrativa sobre el teletrabajo, para contribuir a la reflexión sobre el trabajo de la sociedad del futuro.
Este artículo revisa y utiliza tres conceptos de la economía evolucionista: las tecnologías de utilidad o propósito general, el paradigma tecnoeconómico y la revolución industrial para explicar las principales tendencias e implicaciones económicas de fondo de la transformación digital. En primer lugar, se utiliza la idea de las tecnologías de utilidad general para abordar las singularidades del proceso de la I+D digital y para plantear la creciente generación de efectos de renta y de extracción de valor por parte de los superstars de la digitalización, lo que explicaría buena parte del crecimiento acuciante de la desigualdad en época digital. En segundo lugar, se utiliza el concepto de paradigma tecnoeconómico para explicar que el paradigma digital ya acumula dos ondas largas y un proceso de transición: desde las tecnologías de la información y la comunicación y la economía del conocimiento, hasta las tecnologías de la transformación digital y la economía dato/tarea masiva. Y en tercer lugar, se revisa el concepto, demasiado ambiguo e incorrecto, de cuarta revolución industrial, y se propone la idea de la ruptura o escisión industrial para describir la interacción tecnológica, económica, social, institucional/política y cultural que se estaría produciendo en la segunda oleada de la digitalización.
En el presente trabajo se analizan los avances en materia de igualdad de género que han contribuido a que España se sitúe entre los 10 primeros países en la última edición del Gender Gap Report del Foro Económico Mundial. Gran parte de dicho avance se debe a la mejoría en la representación política de las mujeres en posiciones ministeriales y en el parlamento. No obstante, la participación económica de las mujeres en España muestra amplios espacios de mejora, especialmente en lo relacionado con la representación en puestos de liderazgo empresarial y con una preocupante infrarrepresentación en las profesiones emergentes fruto de la transformación digital. Para finalizar, el trabajo ofrece una serie de recomendaciones para mejorar el empoderamiento económico de las mujeres a la hora de acceder a posiciones de alta responsabilidad empresarial, así como para prevenir y mejorar en el futuro la brecha económica relacionada con su infrarrepresentación en profesiones relacionadas con la ciencia, la investigación y la tecnología.
En este artículo se analizan los motivos que limitan la adopción de las nuevas tecnologías y frenan el proceso de transformación digital de las empresas del tejido industrial. Más allá de los aspectos técnicos o económicos, el origen de estos frenos en el marco de la Industria 4.0 radica en la falta de transversalidad de los perfiles profesionales existentes actualmente. En vista de esto, en el artículo también se analiza el impacto laboral y los nuevos perfiles profesionales que serán necesarios para hacer frente al proceso de transformación digital, así como el rol que tendrán los expertos, los grupos de trabajo y las herramientas de diagnosis en este proceso.
El valor de una empresa se mide habitualmente a partir de datos incluidos en las cuentas anuales y otra información financiera, como por ejemplo las previsiones de futuro. Este tipo de valoración muestra un valor que es incompleto, puesto que normalmente no tiene en cuenta aspectos económicos, sociales y medioambientales. Por eso, el objetivo de este artículo es exponer cómo las empresas pueden cuantificar los costes y beneficios que su actividad representa para la economía, la sociedad y el medio ambiente (las externalidades). Así pues, se describe cómo llegar a una estimación de su valor real (o valor total) que integra el valor social y medioambiental al valor financiero, de acuerdo con la metodología del valor real (KPMG, 2014). Adicionalmente, se aplica esta metodología para hacer una estimación del valor real de una empresa del sector agrario. Una vez hecha la estimación, se analiza cómo las externalidades pueden acabar afectando al valor de la empresa. Finalmente, se propone una estrategia que el negocio analizado puede aplicar para minimizar el impacto negativo de las externalidades a sus resultados.
La industria bancaria se enfrenta a una intensa transformación de su actividad, tanto por la necesidad de reinventar sus servicios (caros y no concebidos para un uso en línea) como por el cambio en las exigencias de productos digitales de los usuarios, así como por la necesidad de ajustar unas estructuras ineficientes. Tradicionalmente, el sector financiero ha sido un ámbito casi exclusivo de las entidades financieras, pero el abaratamiento de las tecnologías ha permitido la aparición de nuevos players en la industria, como son las fintech con propuestas alternativas en todos los ámbitos de la actividad financiera, mediante nuevas fórmulas mobile-first y data-driven. No obstante, después de unos primeros años de vida, la mayoría de estas nuevas empresas presentan problemas de escalabilidad y, a diferencia de su filosofía original, están colaborando con la banca y generan una asociación de mutuo interés: las fintech contribuyen a la transformación del banco, mientras que estas, con el apoyo del banco, alcanzan el crecimiento que por sí solas no conseguían. Mediante estas asociaciones banca-fintech, se da la paradoja de que estas entidades, que inicialmente eran retadoras a los bancos, pueden acabar siendo su punto de apoyo para que el cambio en el sector bancario sea más rápido y más transformacional que disruptivo. Por otra parte, el grupo de fintech que mantiene una competencia con la banca (entre un 20 % y un 25 %) se ve obligado a movimientos de fusiones, acuerdos, etc. para conseguir llegar al break-even. En España, los problemas de crecimiento parecen aún más intensos que en otros países en estas áreas de competencia con la banca (roboadvisors y crowdlending).
El problema más importante para la banca proviene de los grandes operadores tecnológicos, que tienen capacidad para desbancar a las entidades financieras en algunos de los ámbitos más rentables de la actividad. Parece imposible de mantener por parte de la banca el total dominio del negocio en las zonas comunes con las tecnológicas, como por ejemplo los pagos de las compras y los envíos de dinero. No obstante, los bancos tienen a su favor el reconocimiento de la gestión de protección de datos de sus clientes, que es un valor en el que superan claramente a las tecnológicas.
Los bancos están desarrollando múltiples estrategias de acuerdos con las fintech, como por ejemplo compras directas, programas de aceleración e incubación, fondos venture capital, acuerdos de servicios y acuerdos de partnership. El análisis correcto de cada área de innovación es determinante para identificar las aportaciones de una fintech, y las variables clave son la capacidad de generar volumen y la de desplazar servicios bancarios actuales. En este artículo, se propone un modelo de relación consistente en una integración gradual de las fintech en los entornos bancarios en forma de: i) integración en el core del banco; ii) acuerdos de colaboración o servicios; iii) contribuir a su desarrollo mediante programas de aceleración e incubación y lanzamiento de concursos o programas challenger para descubrir talento.
El Corredor Mediterráneo se concibe como una doble vía ferroviaria de alta velocidad que discurrirá desde la frontera francesa hasta Algeciras, uniendo ciudades tan importantes como Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia y Málaga y conectándolas a su vez con el resto de Europa. Sin embargo, para su puesta en marcha es necesario el desarrollo de tecnologías de cambio de ancho para las plataformas ferroviarias, que permitan la transición entre los diferentes anchos de vía europeos que dificultan el tránsito de mercancías por ferrocarril.
A su vez, en términos empresariales, la logística 4.0 está emergiendo con fuerza, proporcionando nuevas herramientas digitales que modifican tanto las operaciones como los procesos de negocio. Se trata de una transformación completa e integral, basada en la digitalización de la información a lo largo de toda la cadena de suministro, desde las fases iniciales hasta la llegada del producto final al cliente, integrando además la logística inversa.
La convergencia de la tecnología ferroviaria de ejes de ancho variable para el transporte de mercancías con la logística 4.0 en los procesos de SCM (supply chain management) permitirá incrementar la productividad y la competitividad empresarial a escala internacional.
La fabricación aditiva, realizada mediante procesos de impresión 3D, ha tomado gran importancia en algunos sectores de la industria. Esta tecnología, que cuenta actualmente con fuertes planes de investigación e innovación, puede reducir enormemente la complejidad actual en los procesos de fabricación con ventajas adicionales sobre las técnicas de producción convencionales, y también en las actividades logísticas existentes en cada uno de los integrantes de la cadena de suministro.
El bienestar psicológico de los trabajadores deriva de un adecuado equilibrio entre, por un lado, los retos motivadores y los obstáculos a los que hacen frente y, por otro, los recursos laborales y personales con los que cuentan para superarlos. Los directivos o mandos están en una posición privilegiada para hacer posible este equilibrio, a través de su comportamiento diario, que se demuestra en su estilo directivo. Los estilos directivos pueden ordenarse según su impacto sobre el estrés laboral, de más negativo a más positivo: estilo abusivo, pasivo, transaccional y transformacional. El artículo explica las vías por las que los mandos pueden incidir en el bienestar psicosocial de los trabajadores y el papel concreto de cada uno de los estilos de liderazgo. Finalmente, concluye dando responsabilidad para desarrollar los estilos de liderazgo más positivos no solo a los mandos individuales, sino también a las empresas e instituciones y a las entidades formadoras.
Las redes sociales juegan un papel muy relevante como sustrato, sobre el que se producen la mayoría de los procesos relacionados con la transmisión de información y la generación y transferencia de conocimiento. La gestión del conocimiento, que tiene como una de sus funciones lograr optimizar estos procesos en las organizaciones, debe tener en cuenta esta función esencial de las redes sociales. En este artículo describimos algunos de los mecanismos concretos por los que la estructura de las redes sociales influye en la efectividad de la transmisión de información y también de la creación y transferencia de conocimiento. A partir de esto, se pueden deducir algunas consideraciones sobre las características de las redes sociales que son más indicadas en cada caso para la consecución de los objetivos de la organización. La gestión del conocimiento debe saber utilizar las redes existentes y, si es posible, conseguir que estas redes adopten la estructura más adecuada.