La argumentación rentabilista de la gestión de la prevención de riesgos laborales supone una búsqueda del consenso y el pragmatismo entre los empresarios y los gestores de la prevención. La falta de experiencias en el uso de indicadores socioeconómicos preventivos, ya que esto por diferentes motivos no ha impregnado en los técnicos en prevención de riesgos, ocasiona temor y desconocimiento para decidirse a implementar este ámbito de la gestión y, por lo tanto, resulta complicado buscar paralelismos acerca de los datos registrados. Ello deja la gestión preventiva en un segundo plano frente al resto de las áreas de gestión en la mayoría de las organizaciones. El cálculo de costes de la accidentalidad en las empresas es un buen campo para comenzar a implementar la necesaria integración del análisis coste-beneficio de la seguridad y salud laboral en la gestión habitual de estas.