La economía, tal como se enseña actualmente en la mayor parte de las universidades del mundo, es objeto de controversia. La formación económica que se recibe en las facultades y escuelas superiores es cuestionada desde determinados grupos de estudiantes y profesores. La crítica que se efectúa se ha intensificado con la crisis, pero ya se habían producido diversos brotes de protesta con anterioridad.
El sistema es cíclico, las crisis son inevitables y no son cosa del pasado, como el pensamiento dominante en economía había llegado a creer e infundir. La economía neoclásica, al desenvolverse con modelos de equilibrio, no es capaz de entender los procesos dinámicos de la economía, por lo que sus insuficiencias no se deben solamente a la incapacidad de predecir una crisis, sino también la de proporcionar las herramientas necesarias para la comprensión del funcionamiento de la economía.
La economía neoclásica no debe ser la única teoría actualmente en vigor, lo que no quiere decir que no se estudie el modelo IS/LM, pero hay que poner de manifiesto sus limitaciones, restricciones, además de que, como modelo de equilibrio, no responde a lo que sucede en la realidad, que es el desequilibrio y la vulnerabilidad. Por esto es necesario tener en cuenta otras aportaciones, como la marxista, keynesiana, schumpeteriana, institucionalista y poskeynesiana.