En esta entrevista, Elisenda Paluzie analiza los orígenes del denominado movimiento Post-Crash en Cataluña y cuáles han sido los efectos sobre una institución referente como la que dirige: la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona (UB). Paluzie considera que este movimiento crítico iniciado tras el inicio de la última crisis económica se fundamenta básicamente en la falta de pluralidad en la enseñanza a partir de tres elementos: el teórico, el metodológico y el interdisciplinario. En este texto comenta cómo son tratados estos tres factores en su facultad y concluye la necesidad de evolucionar en la docencia en la economía. En este sentido destaca el proyecto The core Project, una iniciativa que tiene por objeto replantear la enseñanza de la economía con nuevos manuales, ya que considera que los dominantes actualmente siguen planteando las cuestiones como si los últimos veinte años no hubieran existido.
La economía es la única disciplina académica que cada día tiene más estudiantes en rebeldía por estar en contra de los contenidos que se ofrecen en las universidades. Lo que pretendemos con este artículo es mostrar el alcance del problema que hay detrás de este descontento, abordando con más detenimiento algunas de sus dimensiones. En primer lugar, se define el estado actual de la disciplina económica como una monocultura basada en los tres principios axiomáticos de la economía neoclásica y se discute el problema de la monocultura desde el debate epistemológico de fondo. En segundo lugar, se muestra la falta de pluralismo en los actuales planes de estudio mediante los resultados de los análisis hechos por distintos colectivos para los casos de las universidades del Reino Unido, Francia y España. En tercer lugar, se presenta el pluralismo de teorías, de disciplinas y de metodologías como estrategia para romper con la monocultura neoclásica y mejorar la formación de los estudiantes de economía. El artículo concluye poniendo de relieve que el pluralismo en la enseñanza de la economía es una necesidad no solo para los estudiantes, sino también para la academia, el mundo de los negocios y la sociedad en general.
Este artículo analiza cómo el advenimiento de la tercera revolución industrial, la economía del conocimiento, transforma el paradigma científico de la economía y, en consecuencia, plantea nuevos retos para el análisis y la docencia de este campo del saber. Enlazando con la historia del pensamiento económico, el artículo saca dos conclusiones principales. En primer lugar, se plantea la necesidad de articular nuevas funciones de comportamiento y nuevas métricas de la economía. En concreto, se sugiere la necesidad de avanzar desde el comportamiento individual hacia el comportamiento colectivo, de la transacción monetaria al intercambio de conocimiento, de la competencia oligopolística a la red de negocios, de la empresa económica a la empresa social, y de la economía nacional, internacional y mundial hacia la economía global. En segundo lugar, también se sugieren nuevas aproximaciones para la docencia económica. En concreto, recuperar todas las ramas del pensamiento económico, más allá de la economía neoclásica, y reconfigurar la organización de la educación de la economía hacia una red interdisciplinaria de conocimiento transversal para resolver problemas.
La economía es la única disciplina académica que cada día tiene más estudiantes en rebeldía por estar en contra de los contenidos que se ofrecen en las universidades. Lo que pretendemos con este artículo es mostrar el alcance del problema que hay detrás de este descontento, abordando con más detenimiento algunas de sus dimensiones. En primer lugar, se define el estado actual de la disciplina económica como una monocultura basada en los tres principios axiomáticos de la economía neoclásica y se discute el problema de la monocultura desde el debate epistemológico de fondo. En segundo lugar, se muestra la falta de pluralismo en los actuales planes de estudio mediante los resultados de los análisis hechos por distintos colectivos para los casos de las universidades del Reino Unido, Francia y España. En tercer lugar, se presenta el pluralismo de teorías, de disciplinas y de metodologías como estrategia para romper con la monocultura neoclásica y mejorar la formación de los estudiantes de economía. El artículo concluye poniendo de relieve que el pluralismo en la enseñanza de la economía es una necesidad no solo para los estudiantes, sino también para la academia, el mundo de los negocios y la sociedad en general.