El sector financiero, y en particular la banca, es especialmente sensible a la aplicación de la ética empresarial. Por una parte, porque su papel como sector estratégico de la economía es clave y determinante, y por otra, porque durante los últimos años, y en especial desde la crisis financiera del 2008, ha sido protagonista de numerosos casos de escándalos y malas prácticas. La adopción de comportamientos éticos es fundamental en el funcionamiento de los bancos, pues estas organizaciones manejan un activo muy sensible que es propiedad de sus clientes, como es el dinero. Tanto es así, que no solo se habla de la ética bancaria, sino incluso de la existencia de bancos éticos; dos aspectos que son distintos. El presente trabajo tiene por objeto analizar cuáles son las características que definen a la banca ética y qué aspectos son los que la diferencian de la ética bancaria.