Se explora el impacto de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral, destacando sus implicaciones disruptivas y las oportunidades que puede generar. Es una tecnología avanzada, capaz de automatizar tareas tanto rutinarias como no rutinarias, que ya está transformando actividades como, por ejemplo, el reconocimiento de imágenes, la gestión de sistemas complejos y el procesamiento del lenguaje. Además de los efectos de polarización e incremento de la desigualdad salarial inducidos por la automatización digital, la IA puede poner en riesgo también trabajos altamente cualificados, puesto que puede sustituir tareas como, por ejemplo, el razonamiento deductivo o la organización de información. Pero a pesar de que la automatización reducirá la demanda de trabajo humano, también creará nuevas ocupaciones basadas en habilidades emergentes. La aplicación de la IA también puede complementar el trabajo humano, mejorando la calidad de los resultados y ampliando las habilidades laborales. Esta oportunidad de desarrollar complementariedades redefinirá las tareas y abrirá nuevas oportunidades laborales. Sin embargo, los beneficios de la IA no se distribuirán equitativamente, aumentando el riesgo de exclusión para grupos vulnerables. Para mitigar estos efectos, hacen falta políticas inclusivas y activas que fomenten la adaptación tecnológica y reduzcan las desigualdades sociales, para que la IA se convierta realmente en una herramienta potenciadora de la pericia humana.
Cuando el Real Decreto-ley 6/2019 de 1 de marzo, que incorpora, entre otros, la nueva configuración de los permisos parentales, se encuentre totalmente desplegado, España habrá obtenido, en referencia a dichos permisos, la igualdad formal entre hombres y mujeres. Par- tiendo de una caracterización de la realidad del país respecto a los sesgos de género en el ámbito laboral y doméstico y con el apoyo de la literatura especializada, este artículo argumenta por qué la reforma de los permisos, si bien ha de contribuir en el camino hacia la igualdad efectiva, no promete ser suficiente para mejorar de manera notoria la situación actual. Desde esta información también se propone el sentido en el que debería ser concebida una nueva reforma y se reflexiona acerca de si un país como España podría asumir su coste. Finalmente, se aborda la necesidad de una doble implicación del Estado-tejido empresarial con tal de obtener el cambio disruptivo necesario, no solo en términos de calidad democrática, sino también de ventaja competitiva en el nuevo paradigma socioeconómico.
Las tecnologías basadas en la inteligencia artificial y en la robótica son uno de los principales retos actuales sobre el futuro del trabajo humano. La llamada Revolución 4.0 cuestiona algunos modelos de negocio, transforma los requerimientos formativos para el sistema productivo e impacta progresivamente en la distribución de la renta.
El mercado laboral español es un buen ejemplo de cómo esta nueva oleada de cambio tecnológico puede impactar en los niveles y sobre todo en la estructura de la ocupación. Se detecta una creciente polarización en la demanda de trabajo y en las oportunidades de trabajo en función de los niveles educativos y de varios efectos de desajuste laboral, atribuibles principalmente a las características de un modelo productivo dominante que es intensivo en tareas de naturaleza rutinaria, pero poco activo en la incorporación de las tecnologías emergentes.