Las tecnologías basadas en la inteligencia artificial y en la robótica son uno de los principales retos actuales sobre el futuro del trabajo humano. La llamada Revolución 4.0 cuestiona algunos modelos de negocio, transforma los requerimientos formativos para el sistema productivo e impacta progresivamente en la distribución de la renta.
El mercado laboral español es un buen ejemplo de cómo esta nueva oleada de cambio tecnológico puede impactar en los niveles y sobre todo en la estructura de la ocupación. Se detecta una creciente polarización en la demanda de trabajo y en las oportunidades de trabajo en función de los niveles educativos y de varios efectos de desajuste laboral, atribuibles principalmente a las características de un modelo productivo dominante que es intensivo en tareas de naturaleza rutinaria, pero poco activo en la incorporación de las tecnologías emergentes.
Este artículo analiza la relación entre los usos de las tecnologías de la industria 4.0 (I4.0), la generación de valor y los resultados empresariales. Mediante una muestra de 1.525 empresas industriales españolas en 2014, se identifican los usos de cuatro tecnologías básicas de la I4.0: 1) diseño industrial asistido por computadora, CAD; 2) robótica; 3) sistemas flexibles de producción; y 4) hardware y software de control numérico de la actividad–, se construye un indicador aditivo y se estudia la asociación estadística con la generación de valor y los resultados de la empresa. La investigación ha obtenido tres resultados principales. En primer lugar, cabe destacar su estado incipiente; un 72,5% de las empresas industriales españolas o bien no utiliza, o bien utiliza muy moderadamente las tecnologías identificadas de la I4.0. Sin embargo, y en segundo lugar, debe señalarse que los usos de estas tecnologías se asocian a un proceso de generación de valor de la empresa industrial más intensivo en I+D y en capital humano, más innovador, más digital y más sostenible. En tercer lugar, la investigación también concluye que las empresas con unos usos más intensivos de las tecnologías I4.0 presentan mejores resultados en términos de ventas, valor añadido, exportaciones y margen bruto de explotación. Especialmente relevantes son los resultados de la productividad y del empleo. Las empresas industriales intensivas en usos de las tecnologías I4.0 son un 30% más eficientes que las empresas que no usan estas tecnologías. También son capaces de ocupar a un número mucho mayor de empleados (el doble de la media industrial) y de retribuirlos mucho mejor (12,4% por encima de la media industrial). Por último, en el artículo también se discute el papel que la I4.0 podría tener como nueva tecnología de propósito general.
La preocupación por el futuro del trabajo es un tema recurrente cada vez que se evidencia un proceso de cambio disruptivo en la tecnología. El análisis económico ha señalado que la tecnología no destruye el trabajo, sino que sesga habilidades y destrezas, y desplaza tareas, empleos, ocupaciones y personas. En general, a largo plazo, las consecuencias de estas oleadas tecnológicas sobre el trabajo suelen ser positivas, porque se vinculan con incrementos de la productividad, nueva actividad económica, más ocupación y mejoras salariales para las personas que trabajan en las empresas o los sectores vinculados con la innovación tecnológica. Además, estos efectos positivos suelen compensar en el largo plazo los efectos de sustitución del empleo si las empresas, especialmente a través de sus políticas de recursos humanos, actúan en forma de políticas activas, que formen y recapaciten a las personas desplazadas. Esta forma general de interacción de la tecnología con el trabajo se ha puesto en entredicho con la reciente oleada digital, caracterizada, entre otras cosas, por la explosión de la robótica inteligente. Según algunos autores, el ritmo de sustitución del trabajo humano por parte de los robots será tan elevado que difícilmente se podrán compensar por la vía habitual de incrementos de demanda y productividad. Otros autores defienden justo lo contrario y enmarcan la dinámica actual en el contexto de las interacciones tradicionales entre tecnología y trabajo. Pero la robótica es trabajo no humano, tiene unas características muy particulares y dinámicas, ofrece un amplio abanico de posibilidades de utilización y, al mismo tiempo, también genera miedos. En este artículo, analizaremos las implicaciones para el empleo de la nueva robótica, con especial atención a las repercusiones para la dirección y la gestión de recursos humanos.