Se explora el impacto de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral, destacando sus implicaciones disruptivas y las oportunidades que puede generar. Es una tecnología avanzada, capaz de automatizar tareas tanto rutinarias como no rutinarias, que ya está transformando actividades como, por ejemplo, el reconocimiento de imágenes, la gestión de sistemas complejos y el procesamiento del lenguaje. Además de los efectos de polarización e incremento de la desigualdad salarial inducidos por la automatización digital, la IA puede poner en riesgo también trabajos altamente cualificados, puesto que puede sustituir tareas como, por ejemplo, el razonamiento deductivo o la organización de información. Pero a pesar de que la automatización reducirá la demanda de trabajo humano, también creará nuevas ocupaciones basadas en habilidades emergentes. La aplicación de la IA también puede complementar el trabajo humano, mejorando la calidad de los resultados y ampliando las habilidades laborales. Esta oportunidad de desarrollar complementariedades redefinirá las tareas y abrirá nuevas oportunidades laborales. Sin embargo, los beneficios de la IA no se distribuirán equitativamente, aumentando el riesgo de exclusión para grupos vulnerables. Para mitigar estos efectos, hacen falta políticas inclusivas y activas que fomenten la adaptación tecnológica y reduzcan las desigualdades sociales, para que la IA se convierta realmente en una herramienta potenciadora de la pericia humana.
Este artículo analiza el concepto de revolución industrial desde sus orígenes, a finales del siglo XIX, hasta la actual efervescencia alrededor de una supuesta Cuarta Revolución Industrial. A pesar de ser una idea fuertemente fijada en el imaginario cultural occidental y también en el terreno académico, numerosos estudios historiográficos, económicos y sociológicos llevados a cabo en las últimas décadas lo han cuestionado profundamente. En este artículo exploraremos, por un lado, sus deficiencias más notorias –que para muchos lo convierten en un concepto espurio, cargado de supuestos erróneos y de una visión obsoleta del desarrollo tecnológico– y, por el otro, algunos de los efectos ideológicos y políticos de su uso.
En esta entrevista, el profesor de Sistemas de Información en la IE Business School, Enrique Dans, analiza los principales cambios que las tecnologías de la información y la comunicación están provocando en las personas, organizaciones y la sociedad. El reconocido experto argumenta que las organizaciones, con la irrupción de las redes sociales, lo primero que deben plantearse es cómo desarrollar procesos de absorción de información para identificar las conversaciones de sus clientes, sus prescriptores y sus competidores en este ámbito. Explica que el desarrollo de protocolos personales en la aceptación de los cambios tecnológicos siempre va por detrás de la tecnología. Defiende que las normativas deben adaptarse a los cambios, homologando las nuevas situaciones y que hay que ayudar a las víctimas de una disrupción.