Coincidiendo con la celebración de los veinticinco años de la UOC, el siguiente artículo pretende revisar las principales transformaciones que han vivido las áreas básicas de las empresas a lo largo de los últimos cinco lustros. Para ello, hemos contado con la participación de cinco profesoras y cinco profesores de los estudios de economía y empresa que nos han dejado unas pinceladas sobre algunos de los principales cambios que se han producido durante este período y los retos que quedan en adelante. Estas cuestiones son: el liderazgo, la toma de decisiones, la internacionalización, la digitalización, la estrategia, la adaptación al cambio, la ética, la responsabilidad social corporativa, la diversidad, la inclusión, la innovación en modelos de negocio y las finanzas.
En la medida en que siempre han habido problemas sociales a los que dar respuesta y soluciones, ha existido emprendimiento social. En los últimos años se han desarrollado nuevas formas empresariales que ofrecen una respuesta a retos sociales y medioambientales que combinan aspectos de las entidades no lucrativas con otros de las empresas lucrativas. Por un lado, en este artículo definimos el emprendimiento social, en el sentido de que tiene unas características y unas necesidades específicas y diferenciadas del emprendimiento convencional. Ello ha permitido el desarrollo de un mercado de financiación específico que intenta dar una respuesta adecuada a las distintas tipologías de entidades que operan en este campo. Y por el otro, presentamos los modelos de financiación para iniciativas sociales y en qué casos y situaciones son más adecuados unos que otros.
En los últimos años la iniciativa emprendedora ha estado en la agenda política de muchos países, ya que se considera uno de los principales motores para fomentar, entre otros, la innovación, la competitividad y la creación de empleo. En este sentido, tanto las instituciones públicas como privadas ofrecen programas formativos para incrementar el nivel de iniciativa entre la población en general y programas específicos para la población emprendedora. En este artículo se realiza una breve revisión del estado actual de la formación emprendedora, haciendo especial énfasis en la situación de España y con relación a Europa. A partir de fuentes secundarias, presentamos datos respecto al porcentaje de formación en iniciativa emprendedora, el tipo de formación y los niveles en los que se hace esta formación. A continuación, analizamos la situación concreta en el ámbito universitario y el rol de la educación a distancia.
Los principales resultados obtenidos son que la formación en emprendimiento está bastante extendida tanto en el ámbito de la población en general como en la población emprendedora. Por otra parte, la oferta formativa se haya distribuida entre la educación formal y la informal, con bastante solapamiento entre ambos sistemas. Respecto a los niveles de formación, también hay solapamiento entre el nivel escolar y postescolar. Finalmente, y en cuanto a la formación universitaria, cabe destacar la heterogeneidad de aproximaciones metodológicas y de contenidos que influye en la baja calidad universitaria percibida y la concentración de la oferta formativa en las facultades de economía y empresa y escuelas de negocio.
El artículo concluye señalando la importancia de realizar un mayor esfuerzo para que los programas de formación, especialmente los de nivel universitario, utilicen metodologías orientadas a desarrollar las competencias emprendedoras y ampliar la educación y formación en iniciativa emprendedora más allá de las titulaciones relacionadas con la administración y gestión de empresas. En este sentido, la educación a distancia puede facilitar la formación de otros colectivos que hasta ahora no han sido suficientemente formados en emprendimiento y por otra parte, contribuir a aumentar la calidad de la formación.