En una coyuntura socioeconómica como la actual, es difícil entender el futuro de las organizaciones sin tener en consideración la responsabilidad social. Mirar a este futuro con ciertas garantías de éxito requiere echar la vista atrás para aprender y coger impulso. En este artículo se presenta la evolución de la responsabilidad social durante los últimos veinticinco años, analizando las iniciativas internacionales y nacionales, los instrumentos legislativos y el marco autorregulador, el progreso en el compromiso y nivel de implicación de las organizaciones, así como las consecuencias de la COVID-19. Se constata un avance importante, con organizaciones que son cada vez más conscientes del impacto de sus actividades, tomando decisiones socialmente responsables más allá de las obligaciones legales. No obstante, todavía queda mucho por hacer en la gestión de una responsabilidad social que garantice la sostenibilidad y el desarrollo sostenible en el medio y largo plazo.
El sector financiero, y en particular la banca, es especialmente sensible a la aplicación de la ética empresarial. Por una parte, porque su papel como sector estratégico de la economía es clave y determinante, y por otra, porque durante los últimos años, y en especial desde la crisis financiera del 2008, ha sido protagonista de numerosos casos de escándalos y malas prácticas. La adopción de comportamientos éticos es fundamental en el funcionamiento de los bancos, pues estas organizaciones manejan un activo muy sensible que es propiedad de sus clientes, como es el dinero. Tanto es así, que no solo se habla de la ética bancaria, sino incluso de la existencia de bancos éticos; dos aspectos que son distintos. El presente trabajo tiene por objeto analizar cuáles son las características que definen a la banca ética y qué aspectos son los que la diferencian de la ética bancaria.
La literatura sobre responsabilidad social corporativa (RSC) en el sector turístico surge en gran medida del paradigma del turismo sostenible, de donde ha extraído el interés por equilibrar los impactos de la empresa turística en los ejes ambiental, social y corporativo. Los dos temas que más referencias han generado son el business case o la posible relación entre su introducción y la mejora de los resultados de la empresa, y la relacionada con el compromiso con los stakeholders. Aparte, la literatura se ha preocupado por otros temas como la tipología de prácticas implementadas o la consecución de otro tipo de resultados a partir de estas. En todos estos campos existe todavía un gran potencial de desarrollo, a la vez que también emergen nuevos temas.
Se aportan una serie de reflexiones derivadas de los últimos estudios que viene realizando el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) en una muestra de más de sesenta empresas excelentes y dirigidos por el redactor de este artículo, sobre la vinculación de la PRL a la política de responsabilidad social, y cómo ello contribuye a consolidar sus éxitos.