Editorial. Ruralidades en transición. Imaginarios, políticas y prácticas para la justicia espacial

La distinción entre lo urbano y lo rural es, probablemente, una de las dicotomías más arraigadas y persistentes de la geografía. Estas categorías, como recuerda Woods (2010), no solo describen realidades físicas, sino que simbolizan valores, emociones y formas de vida, representadas, en este caso, de forma opuesta. Afortunadamente, los estudios sobre la ruralidad han evolucionado en las últimas décadas hacia enfoques más críticos y culturales, que entienden la ruralidad no tanto como un espacio fijo, sino como una construcción social dinámica y en constante transformación. El concepto de ruralidad es, de hecho, complejo y ambivalente. La ruralidad se articula a través de discursos –académicos, mediáticos, políticos o comunitarios– que la producen, la reproducen y la disputan constantemente (Cloke et al., 2006). Tanto es así que lo rural ya no puede entenderse solo como un territorio físico, sino también como una categoría de pensamiento: un conjunto de ideas y representaciones que reflejan cómo imaginamos, vivimos y valoramos las ruralidades (Mormont, 1990).

Pero las miradas urbanocéntricas –es decir, aquellas definidas por la tendencia a considerar lo urbano como la norma o la medida de todas las cosas– que continúan dominando tanto en el ámbito académico como en las políticas públicas persisten al nutrir esta dicotomía y los imaginarios sobre las ruralidades a menudo distorsionados. Por un lado, se ha tendido a definir el mundo rural como un espacio atrasado, inmóvil o poco receptivo al cambio; de la otra, como un lugar idílico, natural o saludable, una visión, esta última, intensificada a raíz de la pandemia del COVID-19, cuando la ruralidad volvió a aparecer en el discurso público como espacio de refugio y de salud (Santaballa y Moralli, 2025). Pero lo que es más, la sociedad urbanocéntrica hace que la importancia de los asuntos rurales pase fácilmente desapercibida o sea considerada secundaria, lo que refuerza desigualdades ya existentes y contribuye a ampliar las brechas digitales, económicas, sociales y culturales, alimentando las geografías del descontento (Rodríguez-Pose et al., 2024) y la injusticia social y también espacial (Nordberg, 2020).

En los últimos años, sin embargo, estamos asistiendo a un giro institucional que confronta esta realidad y ha permitido abrir un espacio fértil para poner en valor las ruralidades contemporáneas, tanto en la política pública como en el debate social. El marco europeo de la A Long-Term Vision for EU’s rural areas, la agenda 2040 del Rural Pact Europeo, la Estrategia Nacional frente al reto demográfico y el Plan de medidas de 2021 del MITECO,¹ o el catalán con la Agenda Rural de Catalunya, son claros ejemplos valedores de esta mirada. Es también en estos momentos en los que toma cuerpo el debate académico y activista bajo el paraguas del concepto de Nuevas ruralidades, un término no siempre bien entendido. Estos espacios muestran la urgencia existente de repensar la posición del mundo rural en de los debates contemporáneos, dado que las ruralidades son hoy un espejo en el que se reflejan buena parte de los retos globales de nuestro tiempo y sus contradicciones y geometrías de poder. En un contexto de transiciones múltiples –ecológica, digital, social y cultural–, las ruralidades emergen como espacios de conocimiento (ancestral, en algunos casos) donde se experimentan nuevas formas de producir, habitar y relacionarse con el territorio. Lejos de ser espacios estáticos o anclados en el pasado, las ruralidades son territorios vivos, atravesados por tensiones y procesos constantes de negociación, pero también dotados de una clara capacidad de agencia. Las narrativas que durante décadas han situado el rural como una ausencia o como «otro» espacio, son poco útiles para comprender su complejidad contemporánea y la contribución que se pueden hacer al bien común desde estos territorios. Hablar de ruralidades –intencionadamente en plural– hoy en día es reconocer la diversidad de realidades, de agentes y de formas de habitar que conforman el tejido territorial, y hacer valer su capacidad para ofrecer respuestas propias, sostenibles y arraigadas a los retos globales. Desde esta perspectiva, este número de Oikonomics propone una mirada de asertividad espacial, y reconoce las ruralidades como espacios físicos existiendo en un espacio interconectado de fronteras líquidas, pero también como escenarios de disputa cultural, política y epistemológica que, además, pueden acercarnos a un conocimiento necesario para construir futuros más equitativos y justos.

Este número de Oikonomics también tiene la intención de invitar a repensar el papel del conocimiento, de la universidad y de las políticas públicas en la construcción de estos futuros. Como no puede ser de otro modo, nace y se sustenta en la Xarxa UOC Rural y en las dinámicas de colaboración y de creación de conocimiento que se desarrollan alrededor de su ecosistema de relaciones. La Xarxa UOC Rural, creada hace tres años en el seno de nuestra universidad, es un espacio abierto y facilitador que impulsa la cooperación entre la comunidad universitaria y los territorios rurales, con el objetivo de generar y transferir conocimiento, formación y experiencias orientadas a dar respuesta a los retos contemporáneos que atraviesan las ruralidades contemporáneas y a promover transformaciones con la intención de que sean positivas y sostenibles. Su gobernanza participativa y de escucha activa ha permitido articular dinámicas de trabajo transversales y multidisciplinarias entre la comunidad de investigación de la UOC, favoreciendo la inclusión de voces diversas y reforzando enfoques integradores, valores centrales de la UOC y de esta publicación. Esta estructura flexible y colaborativa está facilitando el desarrollo de proyectos de investigación compartidos con el territorio que fortalecen el papel de la universidad y de nosotros, comunidad educativa e investigadora, como agentes activos en la transformación de los territorios y en la generación de conocimiento útil con capacidad de impacto social.

Este número especial quiere contribuir a visibilizar y a proyectar esta tarea colectiva, poniendo en valor la investigación, las alianzas y las iniciativas que la UOC y su comunidad están impulsando para acompañar a las ruralidades contemporáneas. Lo hace desde el reconocimiento de que los territorios rurales son actores clave en las transformaciones sociales, digitales y ecológicas de nuestro tiempo, y que la universidad tiene un papel esencial a la hora de generar conocimiento útil y comprometido con la equidad social, la inclusión y la justicia espacial. Desde este enfoque crítico y transformador, la investigación se concibe como un bien común y la universidad como una institución con una responsabilidad social ampliada. Esta visión inspira también la voluntad de contribuir a la capilarización del rural proofing dentro de nuestra universidad, es decir, a generar información, criterios y conocimiento que permitan adaptar la formación, la investigación y la transferencia universitaria a la realidad de los territorios rurales, evitando que la propia universidad reproduzca las desigualdades territoriales.

Este número de Oikonomics invita a reflexionar sobre estas cuestiones desde una pluralidad de miradas disciplinarias y territoriales. Los artículos que lo componen exploran las transformaciones, oportunidades y tensiones que atraviesan las ruralidades contemporáneas y proponen nuevas formas de entenderlas desde una perspectiva crítica, participativa y situada.

En primer lugar, se explora el marco narrativo de las políticas públicas que reivindican el derecho de las áreas rurales a participar activamente en la toma de decisiones y a ser escuchadas. Estas iniciativas representan un giro institucional reciente, que ha puesto los asuntos rurales en el centro de la agenda política. Ponen, también, en valor las alianzas públicas a través de las cuales la Xarxa UOC Rural participa activamente en la construcción de propuestas y en el diseño de políticas públicas, especialmente gracias a su implicación en el Grupo de Coordinación de la European Rural Pact de la Comisión Europea. El artículo de Enrique Nieto y Sophie Nedlin nos invita a mirar hacia el marco europeo y la brújula en que se ha convertido la A Long-Term Vision for the EU’s Rural Areas (LTVRA), una iniciativa clave de la Comisión Europea que impulsa acciones como por ejemplo el European Rural Pact, con el objetivo de reforzar la fortaleza, la resiliencia, la conectividad y la prosperidad de las zonas rurales de aquí al año 2040. Por su parte, Eduard Trepat y Marc González nos acercan a la realidad catalana analizando el origen y el diseño de la Agenda Rural de Catalunya y su ensambladura en este marco europeo. Los autores profundizan en el Reto 4 de la Agenda –dedicado al sistema agroalimentario– para mostrar cómo las iniciativas derivadas han sido herramientas clave para impulsar la reagrarización de las áreas rurales y la relocalización de los sistemas alimentarios, contribuyendo así a reforzar la soberanía alimentaria y la vitalidad del territorio.

A continuación, proponemos la lectura de tres artículos que nos acercan a tres dimensiones que pueden y están transformando en positivo las ruralidades contemporáneas con una mirada crítica, constructiva y propositiva. Unas dimensiones que son también interpretables como propuestas nacidas desde la ruralidad para afrontar las transiciones ecológicas y digitales actuales. Enric Castelló, con su artículo, ofrece una reflexión sobre las intersecciones entre los imaginarios socioculturales, el desarrollo económico y la construcción de las ruralidades. El autor analiza cómo la mediatización de lo rural tiende a reproducir una visión extractivista –centrada en el campo como espacio productor– y propone desarrollar nuevos relatos que incorporen valores regenerativos y poshumanistas. Desde esta mirada, la cultura y la comunicación se convierten en espacios clave para imaginar una ruralidad resiliente, afirmativa y capaz de afrontar los retos ecológicos y sociales contemporáneos.

En su artículo, Ricard Espelt explora el papel transformador de la economía social y solidaria (ESS) en las ruralidades catalanas, destacando la capacidad para generar cohesión, sostenibilidad y gobernanza colaborativa. A través de experiencias como, por ejemplo, la Red de Ateneos Cooperativos o La Traça Cultural, el autor presenta el ESS como un ecosistema clave para impulsar futuros rurales más justos y sostenibles.

Mar Alzina analiza cómo la digitalización, la flexibilidad laboral y el teletrabajo están transformando las formas de vida y de trabajo en los territorios rurales. A partir de un estudio cualitativo con profesionales digitales que trabajan desde municipios rurales, la autora examina los beneficios y retos de esta experiencia y cómo puede contribuir a dinamizar los territorios. Los resultados muestran una visión positiva del teletrabajo rural, vinculado a la búsqueda de bienestar, calidad de vida y sostenibilidad.

Y finalmente, proponemos la lectura de los siguientes cuatro artículos, ejemplo de tantas otras líneas de investigación desarrolladas y financiadas desde la Xarxa UOC Rural. Los cuatro abordan análisis y diseñan propuestas para comprender y actuar sobre retos fundamentales de las ruralidades contemporáneas. Soledad Morales y Josep Lladós analizan el acceso a la vivienda rural como una urgencia social a menudo invisibilizada por las miradas urbanocéntricas. A partir de un estudio comparativo en cuatro municipios afectados por el despoblamiento, combinan datos estadísticos y entrevistas para describir un mercado tensionado por la carencia de oferta de alquiler, la fragmentación de la propiedad y la presión turística. El artículo propone medidas de rehabilitación, mediación e innovación residencial para garantizar el derecho a vivir –o volver a vivir– en las áreas rurales.

Natàlia Cantó analiza las formas de habitar, trabajar y relacionarse con la tierra de tres generaciones de familias campesinas en la Cataluña Central. A partir de historias de vida, identifica procesos de tecnificación, retornos a la producción de proximidad y estrategias híbridas que combinan agricultura y servicios para sostener la economía familiar. El artículo revela cómo las transformaciones del sector redefinen oficios, identidades y formas de vivir en el mundo rural contemporáneo.

Eduard Álvarez, Cristian Castillo y Oriol Yuguero analizan la brecha entre la universalidad del derecho a la atención sanitaria y el acceso efectivo en zonas rurales. A partir de doce iniciativas tecnológicas, los autores proponen herramientas para mejorar la provisión de servicios y abren el debate sobre cómo garantizar una cobertura equitativa sin aumentar costes ni impactos ambientales, reflexionando también sobre sus implicaciones económicas y políticas.

Sílvia Rodríguez-Donaire, Laura Lamolla, Athina Sismanidou y Pere Suau-Sánchez analizan el emprendimiento femenino rural como motor de desarrollo sostenible y de cohesión territorial. El artículo explora la relación entre bienestar económico, alfabetización financiera y toma de decisiones, identificando barreras, oportunidades y propuestas para impulsar políticas y formaciones adaptadas al territorio.

En definitiva, el número que presentamos aborda la realidad de las ruralidades contemporáneas desde una mirada crítica, situada y plural. Pretende convertirse en una plataforma para difundir cómo la comunidad UOC, a través de su Xarxa UOC Rural y de sus colaboraciones, contribuye a dar respuesta a los retos actuales de las áreas rurales y a reforzar sus capacidades transformadoras. En un contexto de cambios acelerados, las instituciones del conocimiento están llamadas a revisar tanto los contenidos como las formas de producción y difusión del saber, poniéndolos al servicio de procesos colectivos de transición que sean justos, inclusivos y situados. Con esta vocación, este número de Oikonomics quiere ser un espacio de encuentro y de reflexión colectiva sobre el papel de la universidad en las transiciones rurales contemporáneas, reforzando el compromiso de la UOC con el territorio y con la construcción de un futuro más justo, sostenible y equitativo.

CLOKE, Paul; MARSDEN, Terry; MOONEY, Patrick (2006). The handbook of rural studies. SAGE Publications Ltd. DOI: https://doi.org/10.4135/9781848608016

MORMONT, Marc (1990). «Who is rural? Or how to be rural: Towards a sociology of the rural». En: T. Marsden y S. Whatmore (eds.). Rural restructuring: Global processes and their responses, págs. 21-44. Londres: David Fulton Publishers [en línea]. Disponible en: https://www.academia.edu/2386649/Who_is_rural_or_how_to_be_rural

NORDBERG, Kenneth (2020). «Spatial justice and local capability in rural areas». Journal of Rural Studies, vol. 78, págs. 47-58. DOI: https://doi.org/10.1016/j.jrurstud.2020.06.008

RODRÍGUEZ-POSE, Andrés; DIJKSTRA, Lewis; POELMAN, Hugo (2024). «The Geography of EU Discontent and the Regional Development Trap». Economic Geography, vol. 100, n.º 3, págs. 213-245. DOI: https://doi.org/10.1080/00130095.2024.2337657

SANTABALLA, Leticia; MORALLI, Melissa (2025). «Territorios de (bien)venida: encuentros entre bienestar social e iniciativas de acogida de personas migrantes en el sur de Europa». AGER: Revista de Estudios sobre Despoblación y Desarrollo Rural (Journal of Depopulation and Rural Development Studies), n.º 41, págs. 7-38. DOI: https://doi.org/10.4422/ager.2025.01

WOODS, Michael (2010). Rural. Taylor & Francis Group [en línea]. Disponible en: http://ebookcentral.proquest.com/lib/bibliouocsp-ebooks/detail.action?docID=958794

1. Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

MORALES PÉREZ, Soledad. «Ruralidades en transición. Imaginarios, políticas y prácticas para la justicia espacial». Oikonomics [en línea]. Noviembre 2025, n.º 25. ISSN 2330-9546. DOI: https://doi.org/10.7238/o.n25.2510

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