Reagrarizarnos: notas sobre la Agenda Rural de Cataluña en torno al sistema agroalimentario
El artículo profundiza en la Agenda Rural de Cataluña como un instrumento de respuesta a las desigualdades que enfrentan las áreas rurales. Se explora el surgimiento, la planificación y la implementación de la Agenda Rural de Cataluña y su ensambladura en el contexto europeo. También se aborda el reto 4 de la Agenda Rural, sobre el sistema agroalimentario para mostrar cómo las acciones derivadas del mismo se encuentran articuladas bajo un paraguas estratégico más amplio y cómo algunos de los dispositivos vinculados a estas acciones pueden convertirse en herramientas importantes para favorecer la reagrarización de las áreas rurales y la relocalización de los sistemas alimentarios. Los dispositivos explorados facilitan el relevo agrario, la incorporación agraria progresiva y la viabilidad financiera de pequeñas explotaciones y empresas elaboradoras, entre otros. El artículo muestra que, si bien estos proyectos están localizados en la microescala, las respuestas orquestadas desde la Agenda pueden articular impactos positivos que transciendan la escala local.
This article examines the Rural Agenda of Catalonia as a strategic policy instrument aimed at addressing the structural inequalities affecting rural areas. It traces the Agenda’s emergence, planning and implementation, while situating it within the broader European policy framework. Particular attention is given to Challenge 4 of the Agenda, which focuses on the agri-food system. The article demonstrates how the actions derived from the Agenda are integrated within a wider strategic approach, and how specific policy tools could become key mechanisms for promoting the reagrarianization of rural territories and the relocalization of food systems. The analysis highlights a set of innovative instruments that support generational succession in agriculture, progressive pathways into farming, and the economic viability of small-scale farms and local food processing projects. Although these initiatives operate primarily at the local scale, the article argues that the coordinated responses promoted by the Agenda have the potential to generate transformative effects beyond the local level.
Como en el resto del mundo, las áreas rurales catalanas reflejan procesos de transición hacia nuevos estadios del sistema de mercado, visibles en las desigualdades de la brecha rural, el despoblamiento, la terciarización acelerada, los procesos de desagrarización y deslocalización de la producción o la movilidad, entre otros fenómenos (Camarero y Oliva, 2019; Comisión motora de la Agenda Rural, 2022). Así, si bien las áreas rurales catalanas son muy diversas, existen carencias socioeconómicas y territoriales, así como tendencias de erosión de estructuras agrarias y pérdida de viabilidad de la actividad agropecuaria local. Esto refleja, a la vez, transformaciones de largo recorrido comunes a diferentes geografías como por ejemplo la dominancia del mercado global de alimentos, la mercantilización de bienes y servicios básicos, así como cambios en la movilidad, los mercados laborales, las desigualdades territoriales, las tendencias migratorias, los hábitos de consumo, las identidades y los modelos culturales, entre otros (Brycesson, 1996).
El interés de este artículo son las respuestas a estas tendencias globales de mercantilización y deslocalización a través de nuevas estrategias, iniciativas y dispositivos innovadores que se despliegan desde varias escalas, formas de hacer y de relacionarse más justas, sostenibles y participativas. En este sentido, la Agenda Rural de Cataluña aparece como una respuesta a este contexto estructural, tomando forma de documento programático transversal. La Agenda aborda las problemáticas de las áreas rurales de manera participativa, compleja e interrelacionada; desde el impulso del sector agroalimentario hasta la movilidad, el acceso a la vivienda, la dinamización sociocomunitaria, la disponibilidad de servicios públicos y privados básicos, la gestión forestal y la transición ecológica, la dinamización cultural, la adaptación normativa, o la implementación de sistemas de gobernanza transformadores (Comisión Motora de la Agenda Rural, 2022).
Para profundizar, el artículo desplegará las principales características de la Agenda Rural de Cataluña, y se situarán algunas acciones diseñadas en torno el Reto 4 para el impulso del sistema agroalimentario.
La redacción de la Agenda Rural de Cataluña se enmarca en la tendencia europea de situar los territorios rurales en el centro de la agenda política. En este sentido, la Visión a largo plazo de las Zonas Rurales encabeza la acción estratégica europea en cuanto al desarrollo rural y recoge los principales retos de las áreas rurales de Europa como resultado de un amplio proceso participativo desarrollado durante el año 2021. El documento enumera como principales problemáticas de la ruralidad el despoblamiento y el envejecimiento, el acceso a servicios limitado, la carencia en infraestructuras y conectividad, la necesidad de diversificación económica, la desagrarización de las zonas rurales, el cambio climático y la desigualdad de oportunidades vinculada a temas laborales, educativos o de vivienda.
Estos retos no son nuevos y han sido identificados en varias iniciativas y documentos que hace tiempo que se trabajan a escala europea para conseguir un pacto global, europeo, nacional, regional y local para garantizar la forestación, la cohesión territorial y la igualdad de oportunidades de la ciudadanía que vive en las zonas rurales. Destacaremos 3 que pensamos que han sido significativas:
En el año 2016 se producen dos declaraciones importantes para el futuro del desarrollo rural. En primer lugar, en la Conferencia Europea sobre Desarrollo Rural Cork 2.0 se hace público el acuerdo denominado Declaración de Cork 2.0: Una vida mejor en el medio rural. Esta declaración aborda 10 puntos clave para el futuro de las zonas rurales europeas (Unión Europea, 1996). En segundo lugar, en la conferencia Renovando el LEADER y el Desarrollo Local Participativo para 202: Celebrando 25 años del LEADER en Europa!, celebrada en Tartu (Estonia), se hace pública la Declaración de Tartu, que reivindica una mejora de la metodología LEADER, básica para la dinamización de las zonas rurales, y mejorar el diálogo entre las instituciones y los territorios (Unión Europea, 2016).
En tercer lugar, en 2019 en Francia, el Gobierno publica el informe RURALIDADES. Una ambición para compartir 200 propuestas para una Agenda Rural. Este informe tiene como objetivo principal definir un Plan de Acción Sostenible para las zonas rurales francesas y contribuir a la creación de una Agenda Rural Europea (ARE) que sitúe las necesidades de las zonas rurales al mismo nivel que las necesidades de las zonas urbanas que marca la Agenda Urbana Europea.
Estas iniciativas contribuyen al hecho de que la Unión Europea construya la Visión a largo plazo de las Zonas Rurales y posteriormente ponga en funcionamiento el Pacto Rural europeo para dar respuesta a los retos identificados en la Visión a Largo Plazo.
En Cataluña, de manera paralela a la acción europea, se empieza a desarrollar la Agenda Rural en 2020. El Gobierno de la Generalitat encarga a la Asociación de Iniciativas Rurales y Marítimas de Cataluña (ARCA), la Asociación Catalana de Municipios (ACM), la Asociación de Micropueblos de Cataluña y el Consejo Asesor de Desarrollo Sostenible (CADS) la organización de un proceso participativo y la redacción de la Agenda Rural. El objetivo que se persigue es situar en el centro del debate territorial y de la agenda política, tanto en Cataluña como en Europa, el valor social, cultural, ambiental y económico que aportan los territorios rurales a nuestras sociedades.
Una vez redactada, la Agenda Rural se ha convertido en un espacio de concertación territorial que se organiza en una gobernanza transformadora que implica de manera coordinada a la sociedad civil, al gobierno y al parlamento para dar respuesta a los retos de las zonas rurales y que tiene como base la voz de la ciudadanía reflejada en los 7 retos del mundo rural y las 892 acciones que son el resultado de un amplio proceso de participación. Los 7 retos clave para el desarrollo socioeconómico, cultural y comunitario de las áreas rurales catalanas son los siguientes:
- Reto 1: personas, bienestar y reto demográfico. Garantizar los derechos sociales, unos servicios dignos y asegurar un mundo rural vivo.
- Reto 2: transición ecológica. Para una economía circular que haga frente al cambio climático y promueva la biodiversidad.
- Reto 3: territorio conectado. Una Cataluña equilibrada en ámbito de las comunicaciones.
- Reto 4: sistema agroalimentario. Avanzar hacia la Soberanía Alimentaria.
- Reto 5: sistema forestal. Impulsar una gestión y un aprovechamiento forestal sostenibles.
- Reto 6: innovación, dinamización económica y social. Garantizar servicios económicos esenciales, nuevos filones de ocupación, generar oportunidades e innovación en la economía rural.
- Reto 7: gobernanza. Descentralizar y democratizar la participación y la toma de decisiones.
Todos los documentos mencionados y la Agenda Rural de Cataluña identifican la soberanía alimentaria y la producción territorializada de alimentos como un aspecto clave para el desarrollo de las zonas rurales. De este modo, tanto la tarea de dinamización hacia el consumo de producto local, las iniciativas de impulso del relevo agrario y de la producción y transformación local de alimentos que pueden desarrollar entidades de desarrollo local como los Grupos de Acción Local Rurales y Grupos de Acción Local Pesqueros (GALO/GALP) como también, el desarrollo estratégico y político del futuro del sector primario por parte de los gobiernos son consideradas acciones prioritarias en la Agenda Rural. La incidencia de estas acciones no solo impacta en el día a día del sector agroganadero sino también en la planificación y ordenación territorial, en la sostenibilidad socioecológica y la resiliencia de las áreas rurales, en la reconfiguración de los sistemas agroalimentarios, en el cambio climático y en otros muchos aspectos transversales de los sistemas sociales y económicos locales.
El reto 4 de la Agenda Rural de Cataluña «Sistema Agroalimentario: avanzar hacia la Soberanía Alimentaria» recoge las principales situaciones a las que hacer frente en cuanto al impulso del sistema agroalimentario, recogiendo un total de 8 subretos, y 189 acciones. Los principales elementos identificados como subretos en este ámbito son los que podemos ver a la figura 1:
Figura 1. Subretos derivados del reto 4 de la Agenda Rural de Cataluña «Sistema Agroalimentario: avanzar hacia la Soberanía Alimentaria»

Fuente: elaboración propia
Buena parte de las acciones de la Agenda Rural vinculadas a este reto se organizan bajo un paraguas estratégico diverso que, partiendo de la misma Agenda, estructura, profundiza y refuerza las iniciativas desde diferentes escalas y ámbitos de actuación. Si bien esta interrelación estratégica es incipiente, apunta hacia nuevas formas de hacer y de cooperar que pueden conducir a transformaciones sistémicas importantes. Lo podemos consultar en la figura 2.
Figura 2. Paraguas estratégico vinculado al reto 4 de la Agenda Rural de Cataluña «Sistema Agroalimentario: avanzar hacia la Soberanía Alimentaria»

Fuente: elaboración propia
El descenso en el número de explotaciones agrarias y el envejecimiento y masculinización de las personas al frente de las mismas, denota la necesidad de intervenir en los procesos de incorporación al sector y en la dinamización del relevo agrario. También en la diversificación y la mejora de la viabilidad financiera de pequeñas explotaciones y empresas elaboradoras, así como en el impulso de modos de producción agroecológicos que faciliten la territorialización de los sistemas agroalimentarios, entre otros. Algunas de las acciones orientadas a esta finalidad, integradas dentro del Reto 4 de la Agenda Rural, se basan en el impulso de los espacios test agrarios (rural proofing), la dinamización del traspaso de explotaciones, las infraestructuras compartidas de transformación agroalimentaria como por ejemplo los obradores compartidos y los mataderos de baja capacidad y las redes y estructuras surgidas a su alrededor.
Si bien es evidente que estas iniciativas y dispositivos por sí solos no solucionarán los problemas complejos y estructurales del sector primario, sí que pueden sumar esfuerzos como iniciativas de reagrarización para facilitar una producción y elaboración de alimentos localizada y sostenible, convirtiéndose en buenas prácticas que hay que acompañar y escalar.
Los espacios test agrarios son dispositivos de innovación social en forma de incubadoras de proyectos agrarios que buscan facilitar la incorporación progresiva y el relevo agrario. Se orientan especialmente a integrantes del nuevo campesinado con barreras para acceder al sector, como el acceso a la tierra y otros medios de producción o la necesidad de guía, conocimiento, o experiencia práctica, y que quieran poner a prueba modelos de producción sostenibles, transformadores y arraigados en el territorio. Así, pasar por un espacio test agrario permite desarrollar un proyecto emprendedor con autonomía, durante un tiempo determinado, y con un final abierto que puede facilitar una incorporación agraria segura y progresiva. Los dispositivos pueden ser de diferente orientación; tanto agrícola como ganadera, y ofrecen un entorno donde probar la viabilidad de un proyecto con un mínimo riesgo económico y con el apoyo de entidades territoriales públicas y privadas, que conforman la Gobernanza de los dispositivos.
Para testar la actividad agraria, las personas emprendedoras cuentan con: i) apoyo material que les facilita temporalmente el acceso a la tierra y a herramientas, instalaciones o una rebaño, ii) apoyo integral a través de mentoría y diferentes acompañamientos especializados y iii) apoyo legal, que facilita la cobertura legal de la actividad que se desarrolla. Si bien en otros países, como por ejemplo Francia, se dispone de contratos laborales adaptados que ofrecen seguridad jurídica a estos dispositivos de emprendimiento entre la formación y la empresa, en el estado español no se dispone de una figura contractual como esta, hecho que dificulta la cobertura legal de manera uniforme y segura para todos los dispositivos.
El primer espacio test agrario entra en funcionamiento en Cataluña en 2023 y actualmente existen 10 espacios test agrarios en diferentes estados de planificación e implementación, vinculados a 12 localizaciones. Atendiendo el interés despertado por estos dispositivos y a su potencial como iniciativas de reagrarización, en 2025 se ha creado la Red de Espacios Test Agrarios de Cataluña (XETAC). Esta entidad busca estructurar y coordinar los espacios test agrarios, generar espacios de intercambio y generación de redes, representar los dispositivos ante diferentes estamentos, prestarles apoyo técnico y metodológico, mancomunar servicios transversales y velar por el apoyo institucional, coordinándose con la Red de Espacios Test Agrarios (RETA).
Paralelamente, existen varios proyectos e iniciativas que buscan catalizar los procesos de relevo agrario extrafamiliar a través de los traspasos de explotaciones agrarias entre personas que abandonan el sector e integrantes del nuevo campesinado que quieren introducirse, a menudo con modelos productivos transformadores. El acompañamiento a estos procesos es algo complejo y a la vez vital para asegurar la persistencia de las pequeñas explotaciones agrarias en un contexto de desfamiliarización agraria donde es necesario establecer relaciones de confianza entre aquellas personas que ceden su explotación y aquellas que pretenden tomar el relevo. Tal como menciona la Asociación Rurbans –Escuela de Pastoras y Pastores de Cataluña– en los materiales elaborados sobre el acompañamiento a traspasos de explotaciones: «Traspasar una explotación es poner a disposición (venta, alquiler, donación o cesión) a una persona de confianza, los bienes materiales, vivientes, y simbólicos (competencias, conocimiento, prácticas, ganado, campos, frutales, etc.; lucha por la tierra, historias ligadas al lugar, reputación, etc.) y darle el poder para gestionarlo» (Escuela de Pastores, 2023). De este modo, los procesos de relevo agrario son complejos, diversos y de duración diferente, pero a menudo se prolongan durante años a través de diferentes etapas.
En este ámbito, hay que destacar la tarea de la Mesa de Relevo Agrario del Pirineo, coordinada por la misma Asociación Rurbans, que se ha convertido en un dispositivo de facilitación del relevo agrario en el que varias entidades públicas y privadas relacionadas coordinan las acciones a emprender para impulsar el traspaso de explotaciones en el Alto Pirineo y Aran. También, el Proyecto de Cooperación LEADER «Relevo Agrario», impulsado desde la zona Nororiental de Catalunya, busca acompañar a las personas implicadas en los procesos de relevo a través del desarrollo de herramientas y metodología, dinamización y acciones de sensibilización reproducibles en otros lugares. Del mismo modo, los espacios test efímeros de la Cooperativa de Falset-Marçà en el Priorat y de Poniente, localizado en el área de incidencia de la ADV Bioponent, ofrecen los apoyos ya mencionados característicos de los espacios test agrarios, pero orientados a impulsar el traspaso de explotaciones que buscan relevo, de modo que al finalizar el test de actividad agraria, la persona emprendedora podrá tomar el relevo de la explotación.
Los obradores compartidos han ganado peso en Cataluña en los últimos años, dando respuesta a la necesidad de pequeños productores y elaboradores de preparar elaborados en espacios comunes y con herramientas y maquinaria compartida y certificada, y facilitando a la vez un registro sanitario. Esto favorece la diversificación de la actividad de proyectos productivos a través de la elaboración, la feminización del sector o la venta directa, entre otros, impactando positivamente en la dinamización de sistemas alimentarios locales y acortando la distancia entre productores y consumidores. Con estas infraestructuras compartidas también se impacta positivamente sobre la viabilidad financiera de las explotaciones, favoreciendo la retención de mayores porcentajes de la cadena de valor, y de paso, haciendo más atractivo el relevo generacional. Este hecho es importante atendiendo a la carencia de músculo financiero de pequeños proyectos productivos y elaboradores arraigados en el territorio y es especialmente necesario durante los estadios iniciales de los proyectos cuando es difícil hacer frente a grandes inversiones para cumplir las regulaciones, sobre todo si no se cuenta con origen familiar ligado al sector que provea de los factores de producción necesarios.
Los obradores compartidos son heterogéneos y están adaptados a la especialización productiva de cada territorio, de forma que en Cataluña se dispone de infraestructuras compartidas para la transformación de vegetales, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, carnes y derivados, aves y caza, leche y derivados lácticos, cereales y harinas o especies y condimentos, entre otros. Actualmente, a Cataluña hay 19 obradores alimentarios compartidos activos o en construcción, en su mayoría gestionados por administraciones públicas, entidades sin ánimo de lucro, o empresas cooperativas, y rápidamente se han convertido en elementos centrales para el desarrollo de políticas alimentarias de apoyo a los sistemas agroalimentarios locales así como nodos de creación de redes entre actores de diversa naturaleza vinculados a la alimentación, a menudo ligados a prácticas agroecológicas y al impulso de la soberanía alimentaria en sus territorios.
Por otro lado, los mataderos pequeños son equipamientos destinados al sacrificio de ganado para el consumo humano, históricamente vinculados a la presencia de pequeñas explotaciones de ganadería extensiva, alejadas de grandes cascos urbanos y de las grandes infraestructuras de sacrificio. Actualmente, en Cataluña hay 42 pequeños mataderos capacitados para el sacrificio de ungulados y como en el pasado, hoy siguen siendo unas infraestructuras indispensables para asegurar una producción cárnica territorializada con una trazabilidad garantizada, un modo de trabajo artesanal y una clara orientación a productores del territorio, siendo, por lo tanto, un eslabón indispensable para la persistencia de la ganadería de pequeña escala, sostenible y arraigada en el territorio. No obstante, los pequeños mataderos han visto intensamente menguada su presencia, en paralelo a la disminución del número de explotaciones ganaderas. Un hecho que sinérgicamente compromete la viabilidad de aquellos que persisten, puesto que encuentran dificultades para sacrificar su ganado.
Dado que hace años que se trabaja para crear, impulsar, dinamizar y reactivar este tipo de infraestructuras, en 2024 se creó la Red de Mataderos Pequeños (XEP por sus siglas en catalán) para coordinar las acciones de revitalización en torno a los mataderos de baja capacidad, representar estas infraestructuras, promover su trabajo en red y la generación de espacios de debate. La XEP también pretende actuar como plataforma de innovación en varias dimensiones, tanto estructurando nuevos modelos de gestión y de gobernanza que faciliten su viabilidad y el relevo generacional de los equipamientos, como impulsando nuevas adaptaciones y diversificaciones de los procesos, espacios y líneas de sacrificio.
En este aspecto, cabe destacar la puesta en marcha del matadero móvil de la Cataluña Central, en 2022. Se trata de un matadero que se desplaza a pequeñas explotaciones de ovino y cabruno y presta servicios de sacrificio en la misma explotación. Algunos de los beneficios obtenidos por esta tipología de matadero son la reducción de la huella de carbono, la mejora en el bienestar animal y la calidad de la carne, el impulso de la comercialización directa por parte de los propios ganaderos, y sobre todo el hecho de poder garantizar un servicio básico para la viabilidad de pequeñas explotaciones ganaderas, facilitando su persistencia en los territorios rurales.
La Agenda Rural de Cataluña es en sí misma una respuesta transformadora a las desigualdades de las áreas rurales, combinando acciones sectoriales innovadoras con un sistema de gobernanza multiactor y transescalar que garantiza la participación, el diálogo entre actores públicos y privados, y la toma de decisiones desde las áreas rurales.
Si bien hay un encaje estratégico entre la propia Agenda y otros marcos europeos, el análisis del reto 4 muestra que también existe encaje con otras estrategias y documentos programáticos como puede ser la Estrategia de Relevo Agrario de Cataluña, la Estrategia de la Alimentación o el documento de retos de la RIS3CAT 2030, entre otros. Este paraguas estratégico de amplia mirada dota de consenso y legitimidad a las acciones innovadoras en el sistema agroalimentario, reflejando consensos amplios más allá de la propia agenda que facilitan la implementación de acciones.
Las iniciativas de impulso del sistema agroalimentario muestran fórmulas innovadoras para facilitar la incorporación agraria progresiva, el relevo agrario o la viabilidad económica de pequeñas explotaciones. Todas ellas son medidas orientadas a la persistencia del sector primario en territorios rurales, a la transición agroecológica y a la relocalización de los sistemas agroalimentarios. Más allá de los impactos directos sobre los sistemas agrarios locales, estas iniciativas fomentan que actores públicos y privados cooperen a escala local y supralocal, hecho que favorece gobernanzas participativas, la alineación de actores con intereses diversos, la sostenibilidad de los dispositivos y el surgimiento de nuevos escenarios de innovación social en las áreas rurales. Para acabar, el trabajo en red, la reproducción y la escalabilidad de las iniciativas a través de redes específicas es visto como un punto común y central para favorecer la sostenibilidad y la operatividad de las iniciativas, pero también para impulsar procesos de cambio en el ámbito político alineados con la persistencia de la actividad agropecuaria de pequeña escala, sostenible y vinculada al territorio.
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ODS

Marc González-PuenteDoctor en Antropología y Comunicación por la Universitat Rovira i Virgili (URV), máster en Antropología Urbana, Migraciones e Intervención Social por la URV, máster en Cambio Global y Cambio Climático por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y licenciado en Ciencias Ambientales por la UAB. Actualmente es coordinador técnico de la Asociación de Iniciativas Rurales y Marítimas de Cataluña. Interesado en fomentar los diálogos entre el ámbito técnico y el académico, está especializado en el análisis etnográfico y multidisciplinar de las transformaciones contemporáneas de las áreas rurales. Ha participado en diversos proyectos relacionados con el sistema alimentario, los procesos de desagrarización y relevo generacional agrario, las adaptaciones locales al cambio climático o el análisis de marcos de gobernanza territorial, entre otros. Ha sido docente de la asignatura de Antropología Económica en el grado de Antropología y Evolución Humana de la URV-UOC y es miembro del Grupo de Investigación en Antropología Social (GAS).
Eduard Trepat DeltellGeógrafo, máster en desarrollo de zonas de montaña y coordinador y gerente adjunto de la Asociación de Iniciativas Rurales de Cataluña, la red catalana de Grupos Leader de Cataluña. Ha impulsado congresos sobre bienes comunales, trashumancia y piedra seca en Lleida. Es especialista en geografía rural con una visión integradora de los territorios rurales, que promueve desde una perspectiva que combina el patrimonio natural y cultural con las políticas públicas y la gestión territorial sostenible. Desde hace más de quince años desarrolla proyectos de desarrollo rural relacionados, entre otros, con la demografía, la repoblación, el patrimonio o la educación rural. Coordina el Atlas del Mundo Rural y es impulsor y dinamizador de la Agenda Rural de Cataluña (Pacto Rural Catalán). Asimismo, es miembro del Centro de Estudios Comarcales del Segrià).

